lunes, 17 de octubre de 2011

Revolución-Contradicción


Yo estuve en la mani del 15-0, como casi todo el mundo o, al menos, como mucha gente. Pero no fui como manifestante: fui como espectador. Necesito aclarar ciertas cosas y responder a ciertas preguntas (respuestas que seguramente a nadie le interesan). ¿Soy un indignado? Sí, lo soy, desde mucho antes que la palabra se pusiera de moda. ¿Soy un revolucionario? No, al menos no en el sentido que generalmente se le da al término. Yo soy, indudablemente, un escéptico, eso lo tengo claro. Es básicamente lo único que tengo claro. Y sí, fui a la mani del 15-0, y fui por obligación moral. Y por curiosidad. Pero una vez allí empecé a dudar (siempre esas malditas dudas, amigos) de que todo eso sirviera para algo. Que sí, que ocupar el espacio espacio público es algo que debemos hacer, que no se nos olvide que la calle es nuestra, en eso estoy totalmente de acuerdo. La acción de ocupar el Hotel Madrid, chapó, me quito el sombrero, por ahí van los tiros...


Pero fíjate tú que me apoyo en un banco de la calle Alcalá a escuchar las 3 batukadas simultáneas que luchaban por hacerse oír unas por encima de otras (una gran metáfora del ala izquierda de la política), y veo a mi lado a una chica de unos 20 años con su pantaloncito jipi y sus pendientitos y sus símbolos de la paz y su chapita verde, coreando entusiasmada los eslóganes revolucionarios, y de repente le veo llevarse a la boca uno de esos frapuccinos o como ostias se llamen, en fin, un café del Starbucks. ¿Sabéis lo que es el Starbucks? Una de las multinacionales más despiadadas de la hostelería, representante del capitalismo más salvaje contra el que rezan las consignas que la simpática jipi corea mientras sorbe inocentemente su pajita. Y ejemplos como éste, si nos ponemos nos tiramos toda la tarde... Entonces me da por pensar “¿es que acaso vivimos en una incongruencia total?¿cómo se puede luchar contra esta situación?¿realmente salir a la calle a tocar los tambores y cantar un poquito sirve de algo?¿cómo podemos quejarnos de los abusos del capitalismo si somos los primeros en financiarlo?¿es que somos gilipollas o qué?


Y me reitero: no soy anticapitalista ni capitalista, ni revolucionario, ni conservador, sólo soy un tipo que observa y que quizá a veces ve demasiado, por eso algunos dicen que cada vez que abro la boca pierdo una decena de amigos, pero bueno. Ya estoy acostumbrado a eso.


El caso, y ahí va mi humilde consejo, es que si luchas contra los mercados, no se trata de una lucha de batukadas y cánticos, es una lucha de billetes, de consumo. Deja de consumir las mierdas capitalistas de las que tanto te quejas y luego ponte a cantar.


Y eso que yo no he entrado en un Starbucks en mi puta vida. Eso sí, el mes pasado estuve en el McDonald´s...