jueves, 13 de diciembre de 2012

A dónde vamos a parar?




¿A dónde vamos a parar?

Benedicto XVI ya tiene twitter
acaban de inocular el virus del sida a una niña
para curarle de Cáncer
James Bond dice que se retira

y esta noche no follo.


¿A dónde vamos a parar?

Ya se pasó la fecha del fin del mundo
y seguimos aquí como si nada
los chinos han inventado una droga nueva
y yo sin enterarme
El metro va lleno de gente recién levantada
y yo sin acostarme


y esta noche no follo.


¿A dónde vamos a parar?

Van a quitar el buey y la mula del portal de Belén
por motivos de la crisis
los reyes magos no pueden entrar en el país
porque no tienen los papeles en regla
mi vecino estrena taladro black&decker a las 9 de la mañana

y no, amigos,

esta noche no follo.

domingo, 2 de diciembre de 2012

FUNDAMENTOS PARA EL ARTISTA (ARTISTAS DE CULTO VS ARTISTAS DE BULTO)



Un escritor no llega a ser gloria nacional hasta que las gentes incapaces de apreciar su obra dicen que lo es.

Ortega y Gasset


-El artista no debe crear obras que suenen hoy en la radio y la televisión. Debe crear obras que puedan ser escuchadas o vistas dentro de veinte años (o más) y no parezcan ridículas.

-Que el éxito (si algún día llega) no se deba a la destreza del artista como relaciones públicas, sino a sus dotes como comunicador y cronista de su época.

-La calidad de la música y el arte predominante en una sociedad es directamente proporcional a la del público que la escucha o admira. Hagan sus cálculos y tomen nota.

-El artista no debe sentirse culpable si es incomprendido por una sociedad embrutecida y decadente: todos los artistas de todas las épocas se han sentido así en algún momento de su carrera.

-El artista es como una prostituta que se vende al mejor postor, y eso es innegable. Sin embargo, tiene el deber incorruptible de transmitir un mensaje al Universo, aunque tenga que sortear con destreza la censura de sus mecenas.

-No se sabe si el artista nace artista. Sólo se sabe que el artista muere artista.

-Triunfar después de muerto es como labrar la tierra y trabajar como un asno hasta el fin de tus días para que tu prole disfrute de las ventajas de tu desgracia. Siempre es más recomendable ser reconocido cuando uno aún respira (aunque le queden dos telediarios).



-Para ser un gran artista no vale con imitar a los grandes e intentar ser como ellos. Eso no será nunca suficiente: hay que analizar y copiar sus fórmulas (o incluso satirizarlas) y aplicarlas a la filosofía de la propia vida. Todo lo demás es plagio, ripio o simplemente basura incongruente.

-Para que el artista trascienda tiene que perder el respeto a la tradición que le precede. Probablemente encontrará innumerables enemigos y baches en el camino pero quizá, con suerte, sea el abanderado de una tradición que otro sinfín de idiotas ortodoxos se ocupará de defender más adelante.



Conclusión:

 En todo caso, ser artista no es una cuestión de elección sino de necesidad. Si no sientes esa necesidad, si no sientes que tu alma va a estallar, que te vas a morir o a tirar por el balcón o simplemente pudrirte en la miseria espiritual más absulouta si no escribes ese poema o pintas ese cuadro o cantas esa canción, es recomendable que consultes la guía de carreras universitarias o busques un trabajo de verdad.

Sin Ruido, un documental de Jesús Pulpón


Ayer pude asistir al al estreno de Sin Ruido en la cineteca del Matadero de Madrid. Dirigido por Jesús Pulpón, producido por Leslie Calvo y Saura Medrano y con música original a cargo del pianista superlativo Dorantes, este emotivo documental nos dejó boquiabiertos y con las lágrimillas a punto de salírsenos de los ojos. La historia de una bailadora flamenca, Inma Lobato “la Polvorilla”, y de sus viajes a países a Europa del este como profesora de danza. Pero el flamenco no es en sí el protagonista, y tampoco el baile. Sino la forma de vida de una gran artista y persona, la manera en que, según las propias palabras de la protagonista, el baile te puede salvar la vida y hacerte encontrar tu propia identidad. En este caso la de varios grupos de mujeres y niños que son guiados y hechizados por una maestra inigualable, con una pasión y una entrega sobrehumanas que se contagian en todo lo que la rodea. Ver evolucionar a sus alumnas, mejorar como personas, conocerse y valorarse por medio de la música, del goce, de la conciencia de sus propios cuerpos sin importar lo demás.

Poco más puedo decir, solamente: muy recomendable.