lunes, 14 de febrero de 2011

El rollito funciona así...



Hay que formar parte del rollito si se quiere estar en el rollito, y para estar en el rollito hay que tener rollito. El rollito se tiene o no se tiene, no es como la barba que si esperas un mes te sale. El rollito es una forma de vida: una rasta en el cogote, saberse una de los “delin” con la guitarra, decir que te mola Obama porque es negro. Ser negro tiene rollito pero sólo si tienes pasta para invitar a cañas y no eres vagabundo. Ser vagabundo no tiene rollito, pero sí lo tiene reírse del vagabundo de turno. Se puede decir que algo es enrollado, rayante o rallado, pero no por eso tendrá rollito; porque el rollito va más allá de todas esas cosas superficiales: el rollito es tan fácil de perder como la virginidad en una casa de putas con 500 euros en la mano, por eso todos queremos estar en el rollito, porque el rollito nos da la vida y nos la quita cuando se va, como aquella noche en la que no había sitio para ti en el coche de tu colega y tuviste que coger el metro. Sin rollito no eres nadie, el rollito es tu puto dios, por él dejarías hasta el brugal con coca-cola. El rollito es el rollito. Lo has entendido?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues mucha razón tienes. Y ciertamente es una amarga verdad. Aun así que puto asco que da tener que tener rollito para estar en el rollito, cuando el rollito es un coñazo y un aburrimiento.
Ójala pueda cumplir mi sueño de ser una famosa escritora borde y misántropa que gane un montón de pasta sin tener que caer bien a nadie. Por añadidura te deseo la misma felicidad a tí :)
Salu2 de Mel "La mosca cojonera"