martes, 19 de agosto de 2008

La incertidumbre acecha

La incertidumbre acecha.
La vida es una lucha sin descanso
Contra ella, emisaria de la muerte.

El poeta conoce la incertidumbre;
La sufre, la padece, se empapa en ella,
Se regocija metiendo los dedos
En el enchufe de lo desconocido.

De esa incertidumbre surgen las palabras milenarias,
Así como la raíz misma del amor
Que nos mantiene vivos y nos perpetúa;

De esa incertidumbre está hecho el hombre,
Bestia incomprendida de la creación.

Necesidad necesitada


Necesitamos la prohibición
Para sentirnos libres transgrediéndola.

Necesitamos la ira
Para, después, sentir la paz.

Necesitamos la necesidad misma
De una manera tan atroz
Que ni siquiera nos damos cuenta

Y vamos dando tumbos por la vida
Como absurdas marionetas,

Faltos de algo que desconocemos
Y buscamos ciegamente hasta morir.

Renacer

El mundo
Se abre a tus pies
Y tú te intentas convencer
De que es algo más que suerte.

La luz
Por fin se abre paso
A través del muro resquebrajado
De tu indecisión.

Y una sonrisa ecléctica
Inunda tu espíritu:

La sonrisa del hombre
Que renació.