miércoles, 29 de febrero de 2012

DEMAGOGIA





Ya estoy un poco hasta los huevos de la demagogia que se luce por ahí. Parece que en el Facebook todo el mundo se puede permitir ser poeta o político, o las dos cosas al mismo tiempo. Lo que no saben es que su ingeniosa e inspirada lírica es de parvulario. En realidad esto no es una queja ni una denuncia y en realidad exagero (siempre exagero con todo, amigos) cuando digo que estoy hasta los huevos. En realidad me hace gracia, y esto es sobre todo un aviso, un consejo para esta gente: para demagogos, los políticos.
  Ya sabemos que el mundo está jodido, que los músicos no cobran dignamente por su trabajo, que la policía nos oprime, que familias impías abandonan perros en la carretera y eso hay que denunciarlo, pero por favor, ya está bien de sentimentalismo barato y de cursiladas, que parecéis tontitos.
Soy músico (no hace falta que diga más), la policía me oprime (el otro día me tuve que comer un paquete de los guapos), y si fuera un perro seguro que me abandonarían en la carretera (mi padre abandonó a Bume en un descampado cuando éramos niños y el muy cabrón dijo que estaba en el campo pasándolo pipa con un montón de perros amigos suyos).
El caso es que me parece estupendo que pongáis vuestros ripios por ahí para que la gente vea lo poetas que sois, pero corréis el riesgo (como dice una gran amiga mía) de exponeros, en fin, de que os vea un hijo de mala madre como yo y lance sus flechas contra vosotros. Y os aseguro que no hay nada que hacer que no se sepa ya. Quiero decir que para escribir hay que leer. No, mejor dicho, para escribir hay que LEER con mayúsculas, por si alguien se confunde. Hay que estudiar los libros como un músico estudia las escalas, hay que pensar en lo que se ha leído, analizar lo que se ha leído y, sobre todo, hay que saber lo que se está diciendo: no vale sólo con la inspiración celestial (aunque he de reconocer que sí le vale a unos pocos)
La poesía está infravalorada, dicen algunos. Yo creo que se confunde ripio y poesía demasiado a menudo... aunque quién soy yo para decir qué es poesía y qué no lo es, ¿verdad?

 De todas maneras, si os sentís poetas y queréis resolver vuestras dudas, acudid al concurso  o "slam" de poetas del Café Libertad 8, los martes si no me equivoco, en el barrio de Chueca, donde 4 mamones con boina y aliento a vino barato evaluarán vuestra obra y os pondrán nota en plan “tú si que vales”. Así sabréis si sois verdaderos poetas o es tan sólo una gilipollesca quimera en vuestra cabeza. Eso sí, las cervezas hay que pagarlas religiosamente.

¡Nunca la poesía fue un negocio tan lucrativo!

sábado, 11 de febrero de 2012

A que doy penica?


Sábado por la mañana. Me despierto, me desperezo, doy un par de vueltas por la habitación y me dirijo al ordenador. Abro la bandeja de mi correo electrónico, ¿me habrá contestado alguien a mis mails?¿alguna buena noticia?¿alguna mala noticia?¿alguien se habrá acordado de mí?¿me habrán contratado en algún sitio? Como es habitual últimamente, nada. Pero de pronto un nuevo mensaje se presenta en la pantalla. Lo abro: un tal “Pepito” me pregunta si quiero ser “productor ejecutivo de su nuevo trabajo discográfico”. Os voy a hacer un breve resumen del mensaje que empieza así.

 “En tiempos de crisis nacen los más grandes proyectos, y apostar por ellos es creer que todavía se pueden hacer grandes cosas en este país. En 2009, cuando falleció mi abuelo,  grabé un disco en su homenaje y (…)”

 El caso es que he tenido que leer, atónito, una sarta de sentimentalismos baratos en los que este tipo se ponía a sí mismo como un gran artista y luchador y músico y cosas por el estilo, todo para que gente guay que aprecia el arte y la música, como yo, justo como yo, saquemos la cartera y le demos una limosna de 10 euros para grabar su próximo disco que va a ser “la bomba”. Después de cinco minutos de desconcierto total, con la boca abierta y un nudo en el estómago me digo a mí mismo: “venga, voy a echar un ojo a lo que hace el tío este, voy a dar una oportunidad a este desconocido”. Abro el youtube, le busco y, cómo no, lo que en lo más profundo de mí estaba esperando: una bazofia.

 Así que, ya con la sangre caliente y con mi mala follá habitual he decidido contestar a este “artista”. Me he tomado la libertad de hacerlo porque había invadido mi espacio privado, porque este tipo no me conoce de nada y no tiene derecho a pedirme nada. Quizá he sido demasiado duro, ya podréis juzgarme vosotros. El tipo pide que le echen una mano y esto es lo que yo, sinceramente, mejor puedo hacer para ayudarle, por su propio bien…

“Hola Pepito


Sería de agradecer no volver a recibir nunca más ninguno de tus mensajes. Ni te conozco, ni se quién es tu abuelo y, sinceramente me da igual que vayas a grabar un disco, tres o 17. En todo caso espero que tengas suerte en tus proyectos, teniendo en cuenta que yo no voy a financiarlos.

Un saludo.”

Mira que yo también pensaba en hacer esto del crowdfunding para mi último disco, pero es que se me están quitando las ganas…