lunes, 27 de octubre de 2008

Condenados

¡Soy un condenado!

Condenado a la indiferencia
Condenado a ser grito sordo
En un océano de voces

¡Soy un condenado!

Condenado a la idolatría de lo efímero
Condenado a la no-ideología
Del embudo audiovisual

¡Escuchadme,
Lacayos del Gran Charco
De vómito informativo!
¡Todos estáis condenados!

¡No sois más que ojos y boca
Alimentados de carroña,
Siervos del enchufe,
Discípulos de la pantalla!

Todos somos condenados

Porque éste y mil gritos más
Se confundirán
Con el hedor imperante de la mierda

Y no serán más que eso.

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