domingo, 20 de noviembre de 2011

El discurso que debió dar Rajoy

Se van a enterar de quiénes somos en Europa. Nos van a oír. ¡Porque somos una gran nación, españoles, y ha llegado el momento de estar a la altura de nuestra grandeza! No olvidéis que hace no tanto en nuestro Imperio no se ponía el sol, dominábamos un vasto territorio desde Filipinas hasta el estrecho de Magallanes, pasando por Bélgica y Marruecos; en toda Europa nos tenían temor y respeto gracias a nuestra Santa Inquisición. Nuestra nación ha sido la cuna de Grandes de la historia como Cervantes, Ortega y Gasset o Julio Iglesias, ¿cómo nos vamos a amilanar ante esta crisis de cuatro cuartos? Vamos a luchar como un pueblo de ciudadanos libres, iguales y civilizados, hombro con hombro, fomentando la liquidez, recortando el inútil gasto público en Educación, Cultura, Sanidad y Pensiones. Somos 43 millones de españoles y nos ha votado una mayoría aplastante de 10 millones de personas, por eso tenemos que sacrificarnos para superar el reto que nos espera. Bueno, mejor dicho: tenéis que sacrificaros. Vamos a gobernar para TODOS los españoles, sin distinción de color y de raza: aquí la única distinción es la que se lleva en la cartera, y eso es lo que vamos a demostrar. Que hay que bajar los impuestos porque nuestros banqueros y millonarios están con el agua hasta el cuello, y mantener un yate y tres mansiones no es cosa fácil, se necesita mucha dedicación y trabajo para sacar adelante un negocio como el Banco Santander, y eso hay que compensarlo. Estamos totalmente de acuerdo con los indignados del 15-M y de hecho hemos sacado muchas conclusiones de su ideario, por eso dentro de poco vamos a poner una celda especial para ellos en la comisaría Centro. Asimismo colaboraremos con todos los partidos aunque sean terroristas, rojos de pacotilla o catalanes de mierda; con ahínco, con liderazgo, con confianza en el futuro, con ganas de regenerar el gobierno y la reputación de nuestro país. Voy a darle un casto beso a esta señora que, según tengo entendido, es mi esposa, mientras os digo: tiempo al tiempo, amigos, no os preocupéis por el matrimonio homosexual, yo también tuve esa enfermedad y la superé gracias a Don Manuel, sin el que yo no habría logrado ascender en este partido, en el que llevo militando desde el Cretácico. Una vez más gracias a todos por apoyarnos y por votarnos. Estaremos a la altura de las expectativas, no os vamos a decepcionar: os estafaremos a todos de una vez.

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