martes, 9 de octubre de 2012

Mèxico Df, la ciudad que no termina



 Mèxico Df es un monstruo gigante que se extiende en todas direcciones, por cientos de kilómetros, llena de gente, de astascos y de humo. Su cielo es gris y su aire, viciado, pero la hospitalidad y la autenticidad de su gente, el compromiso y la pasión de sus artistas la hacen más humana.
 Aquí se mezcla la vorágine de la macrosociedad capitalista con la identidad latente del pueblo indígena, el orgullo de los imperios antiguos con la modernidad y la vanguardia en el arte (sólo en 5 días he asistido a más exposiciones y conciertos que en todo un mes, aunque quizá sea mi condición de viajante la que me atrae a todos los lugares).
 Una ciudad mestiza, horripilante, sobrecogedora y maravillosa.

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